martes, 23 de septiembre de 2014

Últimamente.

Acá yo de nuevo.

Solo en el depto, como de costumbre... viendo qué cenar. En silencio escuchando los segunderos de los 3 relojes que tengo en este lugar... habiendo vuelto hace un rato de hacer lo de todos los días. Pensando qué música escuchar, luz tenue, sahumerio y ganas de escribir... a ver que sale de todo esto...

Martes. Lo que para los otros son los lunes, para mí son los martes. Tediosos, grises (no literalmente), desganados, somnolientos, hasta casi malhumorados. No sé hasta dónde va a llegar mi mala costumbre de tener siempre que tener algo distinto... digo mala costumbre por que creo que ya es algo consciente. Para ir en contra de la mayoría, y encima buscarle una justificación.
'
Ando raro. Pero raro bien... creo. Estoy bipolar... poli... no. Multipolar. Inestable en cuestión de minutos. Casi impulsivo, inquieto, incómodo... rebelde? Ponele. Medio tarde no? O será que siempre hay algún esbozo de rebeldía en distintos momentos de nuestras vidas? Al fin y al cabo creo que lo mejor de todo es que lo sepa ver. Que me reconozca así, en una situación de "no sé qué". Una transición que creo ya saber cuál es el motivo, o hacia donde va, sólo que no lo termino de desentrañar por que lo estoy disfrutando.

Pongamosle título "crisis"... harto de esa palabra que ya la usé muchas veces en entradas anteriores. Están buenas las crisis... sólo que sería bueno saber cuándo termina una y empieza otra, o si es q es una sola que va mutando y evolucionando... cuestión que no sé si es una sola grosa, varias juntas o una seguidilla de situaciones que vienen hace boocha y mi cabeza sabe que se le acerca el fin. Entonces es como que la crisis es más crítica antes de que se termine. Como la noche que es mucho más oscura justo antes de amanecer (muy poético para mi gusto).

Se acerca (al fin), el fin de algo que me marcó demasiado. Lo digo tan seguro por que así seguro sucede. El tema es que... qué es ese fin? Posta es un fin? O yo no logro ver nada más después de esa meta que tanto quiero alcanzar que me hace creer que es un fin? Me estoy enfocando tanto en que termine, que me olvido de qué carajo pasa después. Por más que no haya forma de saberlo, de intuir la mas mínima idea de lo que venga, generalmente suelo tener en claro algo, o al menos una intención de decisión. 

Últimamente mi poder de decisión tienen menos estabilidad que un pan dulce dado vuelta. O en realidad no es que no tenga poder de decisión, sino que no las pienso y analizo como antes. Es una de las cosas que dije que estoy disfrutando. No pensar tanto, no analizarlo al máximo como hacía siempre. Quizá lo malo es que soy novato en esto... entonces puedo mandarme cada una que ni yo sé cómo salir. Pero eso también me gusta. Ya no pienso tanto en las consecuencias... en qué va a generar lo que haga o diga. Respondo lo que me sale, lo que siento en ese momento. Eso. Sentir. Sentir raro, bien, en un equilibrio un poco más desequilibrado. Onda el vértigo que te da esa cosquilla que está buena pero que sigue siendo vértigo. Como yo que tengo "miedo a las alturas" pero alguna vez quiero saltar en paracaídas.

Se me hace re tedioso tratar de ordenar todo esto. Es re difícil ponerle palabras a sentimientos, sin caer en algo cursi o metafórico que termina siendo muy  bizarro. Si no lo puedo definir, le busco ejemplos que puedan hacerlo más asimilable. En fin, muchos cambios y en poco tiempo. A propósito? sin querer? no sé. Algunos sí, otros no... algunos inesperados y otros que ya intuía o tenía ganas de generarlos. Busco cambios que me terminen de sacar de acá, los busco y los espero. Cambios que vayan preparando el terreno para llegar a esa meta.

Últimamente ando algo perdido (gracias Ismael por tantas frases)... perdido como siempre pero un poco más. Entre cambios y cambios trato de adaptarme. Mucho tiempo solo, lo sé. Escuchándome y hablándome sin terminar de entenderme del todo. Me juega en contra ya que me pongo muy introvertido. Ya hay quienes me lo dijeron y les traté de explicar algo de todo esto. Dicen que la amistad es como una planta que hay que regar... por suerte tengo amigos del tipo cactus, que a pesar de mi mala frecuencia, siguen ahí. Saben que estoy, sé que están. Gracias por entender y así y todo por insistir, ya que a la larga me convencen. Sumado al laburo, tesis y el coro de la facu (mis actividades fijas), hace que descuide otras cosas. Si tuviera más tiempo y más energía para aguantar ese tiempo, igual me quedarían cosas por hacer... me gusta tener cosas para hacer. Me gusta que sean distintas, dinámicas, imprevistas o que tengan algo novedoso, lástima no saber cómo carajo administrarme después de tanto tiempo sabiendo que no sé administrarme :S

Y bueno, ya se me terminó el martes entre tantas idas y vueltas. No cené (todavía). Abrí el spotify y estoy escuchando música para dormir (la única tranqui que me sirvió para no distraerme). Mañana voy a releer esto y voy a odiarme por todo lo que escribí. Sé que no se entiende nada. Así estoy en estos días, difícil de entender. Es lo que salió ahora, es lo que hay. Hasta la próxima, si es que con ésto no espanté a quien haya entrado a pispear.

domingo, 8 de junio de 2014

El comienzo de una odisea

   A horas de que nazca mi sobrino Homero... publico algo que escribí minutos después que me enteré que iba a ser tío. Un momento de mucha felicidad que llegó a derrotar por knock out a otro momento bastante bajón que estaba atravesando... las vueltas de la vida, no? De un minuto al otro pasás de -100 a + infinito.
   Al estar lejos de casa, solo en el depto, y al ser de madrugada, no se me ocurrió otra cosa más que escribir en ese momento.
   El tema es que ahora me acordé de eso, por que la ansiedad y la alegría es tanta, que me hizo acordar a hace casi 9 meses atrás... con la diferencia que desde ese entonces ese "+ infinito" todavía se mantiene y, si por alguna razón llega a disminuir, es muy fácil volver a alcanzarlo.

   Y esto fue lo que salió en ese momento:

8 de Octubre de 2013. 2.46 am.

Hace un par de horas me contaron que vas a venir. Es tarde, de madrugada, pero para estas noticias no existen horarios. 
Estoy desbordante de alegría. Entre lágrimas y sonrisas. Estoy lejos tuyo,  pero lo que siento en este momento me hace estar muy cerca. Mi imaginación no tiene límites y no paro de pensar en el futuro. En el tuyo y el de toda la familia que no sólo se agranda en cantidad, sino también en amor y felicidad. Una ramita más para este gran árbol que estuvo congelado por un tiempo, pero que ahora crece con vos.
En este momento, me acaba de aparecer una cajita, pegada al corazón. Ahí adentro, hace unas horas (cuando tu mamá me llamó y me contó que vas a venir), empecé a guardar cosas. A ahorrar todo lo que no te voy a poder dar todavía, hasta que llegues. Esas cosas van a estar ahí por siempre, y por más que se usen, nunca, pero nunca se van a acabar: besos, abrazos, sonrisas, canciones, imágenes, historias, y sobre todo, tiempo. Y no va a hacer falta que me pidas nada de eso, porque te va a llegar como sea, desde donde sea.
Faltan unos meses para que te conozca, pero que no te quepan dudas, que desde ahora ya te siento, te pienso y te quiero por lo que sos y lo que vas a ser.
Sigo imaginándote, hasta que te conozca, confiado en que cuando te vea, vas a superar a todas mis expectativas, imágenes e ideas que tuve de vos antes.
Desde ya, te quiero. Tu tío baboso, Bruno.

   Y así, va a pasar este domingo... con más ansiedad que antes de saber la nota de mi último final de la carrera. No sé qué hacer para que pase el tiempo, hasta mañana que llega; hasta dentro de 10 días que lo voy a ir a ver. Mañana Homero ya va a estar "afuera". Se hizo esperar el vago y no quería salir... desde un principio ya se hace rogar o, desde adentro, escuchó con lo que se va a encontrar y está tomando coraje para enfrentarse en vivo y en directo a tan "ruidosa" familia...
   Me voy a... no sé... que sea lo que sea. 

jueves, 3 de abril de 2014

Ctrl Z

Ahora sí... mucho tiempo, no? y acá estoy de nuevo. En realidad siempre estuve, pero sin qué publicar. Entraba al blog, abría "nueva entrada", y... nada. Vacío. De pensamientos? De palabras? Para nada... todo lo contrario. Tenía tantas cosas que no había forma de volcar todo sin terminar al borde del ACV. Al fin y al cabo de eso se trataba este espacio cuando empecé... una forma de organizar ideas. Mucha agua corrió bajo el puente (y me viene a la mente el tema de miranda, pero nada que ver, sólo desvarío).

Me puse a leer las publicaciones anteriores. Como una especie de mirada al pasado... algunas cosas ya no están, otras siguen iguales, hay cosas nuevas y otras tantas cambiaron mucho, casi que de tanto que cambiaron, ya dejaron de ser lo que eran. Pero sin ánimos de sintetizar todo lo transcurrido en este año y monedas que no publico, lo que sigue invicto es mi optimismo... que hace no mucho tiempo me di cuenta que más que optimismo, es idealismo... soy un idealista que casi casi roza la realidad (pero casi). De qué sirve? No sé. Pero digamos que es una de esas cosas que han cambiado... no el optimismo, sino mi manera de verlo. Cómo me di cuenta de ese cambio? Como si fuera que estás andando en bici y de repente ves venir un piedrazo... muy lento, al marote directo... lo ves, tratás de esquivarlo, pero perdés la noción y te movés de varias maneras para esquivarlo hasta que... TOC! te da de lleno en la cabeza. Te tumba, te duele hasta las lágrimas. No entendés si vos te atravesaste en el camino de la piedra, si iba dirigida a vos, si pudiste haberla esquivado con mejores reflejos... en fin, te golpea. Y ahí viene el optimismo que sale de lo más recóndito de no sé qué... y te trata de levantar. Lo mandás al carajo porque te duele mucho y no tenés ganas de levantarte hasta que te deje de doler... y el optimismo va creciendo, se alimenta de muchas cosas que te rodean, se pone insistente, grande y fuerte... y te levantás. Bueno... ese optimismo es el que pasó a llamarse idealismo. Ese idealismo subjetivo que solo está conmigo y que yo lo alimento, pero que, al fin y al cabo, es el que me hace bien... o eso creo.

Dejando de lado mi filosofía barata, acá estoy, cuarto mes del 2014... el año pasado dije: "Este es mi año!!!"... y ZAS! nada que ver. Al principio dije "a la bosta el 2013"... no me trajo nada de lo que esperaba... quizás hasta todo lo contrario. Obvio que si las cosas no salen como uno espera, va a estar todo mal... pero bue, ahí está mi idealismo. Transformé todo eso que no quise, en algo que tuve que recibir a la fuerza por más que no quiera... y a caballo regalado no se le miran los dientes, o se los mirás y hasta capaz que estén bien, pero en este caso resulta que estaban mal... y le puse aparatos para arreglarlos (llámese idealismo dental), y ahi anda... con dolores de encía pero mejorando la sonrisa. 

Bueno, fuera de las analogías con bicis y caballos, volviendo al tema del caballo regalado... si fue un regalo posta, me cago en quien me lo haya regalado. Pero... si el que me lo regaló fui yo mismo? Epa! Y ahora? Se me acabó el libro... capaz no me di cuenta y me regalé un caballo con dientes chuecos. Capaz si me di cuenta pero confié que tenía bien los dientes... no se puede saber todo. Un tiempo atrás, cuando tenía más preguntas que respuestas, pensaba desvariando un poco, en relación a la cibernética... como cuando querés copiar algún texto laargo y sólo tenés un papel y una birome® y decís "tá que lo tiró! cómo no existe Ctrl+C y Ctrl+V para copiar y pegar como en la computadora...". Bueno, yo pensaba lo mismo pero con el Ctrl+Z (deshacer), aplicado a vaaarias de esas cosas que cambiaron. Y después de un tiempo, con la ayuda de mi amigo el idealismo, me dije "ya fue"... A LO HECHO, PECHO!

Y después de toooda esta catralada de metáforas irónicas, cuasi cómicas, que hice para tratar de hacerle más ameno la lectura a quien se le ocurra entrar (el blog se reserva el ejercicio de libre interpretación del mismo, bajo la exclusiva responsabilidad de quien lo lea. No hay devolución de tiempo perdido), acá sigo. Sin Ctrl+Z, con bici nueva y caballo con dientes en proceso de sonrisa colgate® jajaja.

PD: No me compré una bici. Es metáfora.

Hasta una próxima entrada... en quién sabe cuánto tiempo. Uno nunca sabe cuando se me puede ocurrir otra idiotez para relacionarla con hechos cotidianos.

"No es volver a empezar, es sólo un cambio de dirección"