jueves, 3 de abril de 2014

Ctrl Z

Ahora sí... mucho tiempo, no? y acá estoy de nuevo. En realidad siempre estuve, pero sin qué publicar. Entraba al blog, abría "nueva entrada", y... nada. Vacío. De pensamientos? De palabras? Para nada... todo lo contrario. Tenía tantas cosas que no había forma de volcar todo sin terminar al borde del ACV. Al fin y al cabo de eso se trataba este espacio cuando empecé... una forma de organizar ideas. Mucha agua corrió bajo el puente (y me viene a la mente el tema de miranda, pero nada que ver, sólo desvarío).

Me puse a leer las publicaciones anteriores. Como una especie de mirada al pasado... algunas cosas ya no están, otras siguen iguales, hay cosas nuevas y otras tantas cambiaron mucho, casi que de tanto que cambiaron, ya dejaron de ser lo que eran. Pero sin ánimos de sintetizar todo lo transcurrido en este año y monedas que no publico, lo que sigue invicto es mi optimismo... que hace no mucho tiempo me di cuenta que más que optimismo, es idealismo... soy un idealista que casi casi roza la realidad (pero casi). De qué sirve? No sé. Pero digamos que es una de esas cosas que han cambiado... no el optimismo, sino mi manera de verlo. Cómo me di cuenta de ese cambio? Como si fuera que estás andando en bici y de repente ves venir un piedrazo... muy lento, al marote directo... lo ves, tratás de esquivarlo, pero perdés la noción y te movés de varias maneras para esquivarlo hasta que... TOC! te da de lleno en la cabeza. Te tumba, te duele hasta las lágrimas. No entendés si vos te atravesaste en el camino de la piedra, si iba dirigida a vos, si pudiste haberla esquivado con mejores reflejos... en fin, te golpea. Y ahí viene el optimismo que sale de lo más recóndito de no sé qué... y te trata de levantar. Lo mandás al carajo porque te duele mucho y no tenés ganas de levantarte hasta que te deje de doler... y el optimismo va creciendo, se alimenta de muchas cosas que te rodean, se pone insistente, grande y fuerte... y te levantás. Bueno... ese optimismo es el que pasó a llamarse idealismo. Ese idealismo subjetivo que solo está conmigo y que yo lo alimento, pero que, al fin y al cabo, es el que me hace bien... o eso creo.

Dejando de lado mi filosofía barata, acá estoy, cuarto mes del 2014... el año pasado dije: "Este es mi año!!!"... y ZAS! nada que ver. Al principio dije "a la bosta el 2013"... no me trajo nada de lo que esperaba... quizás hasta todo lo contrario. Obvio que si las cosas no salen como uno espera, va a estar todo mal... pero bue, ahí está mi idealismo. Transformé todo eso que no quise, en algo que tuve que recibir a la fuerza por más que no quiera... y a caballo regalado no se le miran los dientes, o se los mirás y hasta capaz que estén bien, pero en este caso resulta que estaban mal... y le puse aparatos para arreglarlos (llámese idealismo dental), y ahi anda... con dolores de encía pero mejorando la sonrisa. 

Bueno, fuera de las analogías con bicis y caballos, volviendo al tema del caballo regalado... si fue un regalo posta, me cago en quien me lo haya regalado. Pero... si el que me lo regaló fui yo mismo? Epa! Y ahora? Se me acabó el libro... capaz no me di cuenta y me regalé un caballo con dientes chuecos. Capaz si me di cuenta pero confié que tenía bien los dientes... no se puede saber todo. Un tiempo atrás, cuando tenía más preguntas que respuestas, pensaba desvariando un poco, en relación a la cibernética... como cuando querés copiar algún texto laargo y sólo tenés un papel y una birome® y decís "tá que lo tiró! cómo no existe Ctrl+C y Ctrl+V para copiar y pegar como en la computadora...". Bueno, yo pensaba lo mismo pero con el Ctrl+Z (deshacer), aplicado a vaaarias de esas cosas que cambiaron. Y después de un tiempo, con la ayuda de mi amigo el idealismo, me dije "ya fue"... A LO HECHO, PECHO!

Y después de toooda esta catralada de metáforas irónicas, cuasi cómicas, que hice para tratar de hacerle más ameno la lectura a quien se le ocurra entrar (el blog se reserva el ejercicio de libre interpretación del mismo, bajo la exclusiva responsabilidad de quien lo lea. No hay devolución de tiempo perdido), acá sigo. Sin Ctrl+Z, con bici nueva y caballo con dientes en proceso de sonrisa colgate® jajaja.

PD: No me compré una bici. Es metáfora.

Hasta una próxima entrada... en quién sabe cuánto tiempo. Uno nunca sabe cuando se me puede ocurrir otra idiotez para relacionarla con hechos cotidianos.

"No es volver a empezar, es sólo un cambio de dirección"