martes, 12 de junio de 2012

En construcción...

Por si no todos saben, soy un estudiante de arquitectura, transitando la última etapa de la carrera... trabajo final, tesis o como sea que quieran llamarla... ¿a qué se debe esta aclaración? a que debido a esta situación, los "pájaros en el marote" están que no dan más de alborotados. 

No pienso aburrirlos (aburrirme) con palabrería sobre la arquitectura y alabanzas hacia grosos de la materia. Con esto no quiero decir que me aburra (todo lo contrario), no voy a profundizar en el tema, sino en el proceso per sé.

Una vez un amigo y compañero me dijo que no veía en mi a un "friki" de la arquitectura, refiriéndose a que no me veía compartiendo opiniones sobre tal o cual obra paradigmática de la arquitectura, ni sobre algún famoso arquitecto de renombre. Y tenía razón. Siempre vi en la facultad a compañeros y profesores debatir y analizar obras de arquitectura de una manera tan admirable que me quedaba escuchando y anotando datos para después "googlear" y apreciarlo por mí mismo, para sacar mis propias conclusiones y hacer un análisis quizás más objetivo.

Nunca fui muy entusiasta en realidad. No por que no me genere interés ni nada por el estilo. ¿Inconformismo quizás?, ¿Falta del factor sorpresa?. ¿Por el solo hecho de no ser "uno más del montón"? Un poco de todo. Sin querer, mi cabeza va más allá de lo concreto.

Al decir "no ser uno más del montón", no quiero sonar egocéntrico ni hacerme ver superior a nadie, sino que me refiero al simple anhelo de las personas a ser original, a resaltar por las características propias que tenemos cada uno, distintas a las de otros. Al fin y al cabo, si no tuviéramos ese anhelo, todos seríamos iguales, usaríamos las mismas cosas, tendríamos las mismas costumbres, viviríamos del mismo modo, etcétera.

Y todo esto se debe a cambios. No a cambios arbitrarios, sino a cambios determinados, definidos por muchos factores que hacen que uno cambie. Estos factores están ligados directamente al conocimiento, a lo aprendido y aprehendido, a la edad y la madurez que uno va adquiriendo (o no), al "universo simbólico" de cada uno... en otras palabras, a la realidad con la que uno se enfrenta y la moldea a gusto y piacere.

Así es que en la mayoría de las cosas, yo tenía bien claro lo que quería para mi futuro:

_En el polimodal, a los 15 años ya tenía una leve idea de lo que quería estudiar en la universidad. Es así que entre las orientaciones, elegí la de "Arte, comunicación y diseño".
_Al ir terminando el secundario, sabía que quería estudiar o Diseño gráfico, o Arquitectura, eligiendo esta última.

"Y por suerte la pegué", pensaba antes.

_Cuando llegué a Córdoba a estudiar decía que, ni bien me recibía, iba a volver a mi ciudad, Formosa, para ejercer mi profesión y asentarme definitivamente. 

Me acuerdo que una vez, hablando con una amiga futura psicóloga, le conté eso y ella me dijo que me tenía como alguien que tenía bien claro lo que quería hacer a futuro.

Pero después de unos años, de varios "clicks" y demás, acepté que uno nunca puede pautar con anterioridad lo que va a hacer o lo que le va a suceder. Hay que estar dispuesto a saber aprovechar las oportunidades que se presentan, sin cerrarse en un modelo estático... no hay ninguna norma al respecto. Ahí viene la famosa pregunta de si "¿creés en el destino?"... creo en las causalidades... todo sucede por algo, y ese algo puede ser modificado por uno mismo, o manejado hasta cierto punto. Así pasamos a las pre-figuraciones que cada uno hace sobre lo que lo rodea. Las expectativas que tiene para lo que viene; los sueños, que son muy buenos para dejar volar la imaginación y, presentándose nuevamente, el anhelo de "no ser uno más del montón".

Para cerrar. Retomando las preguntas sobre si soy inconformista y sobre si soy o no fácil de sorprender. Creo que son factores que me hacen ver las cosas de una manera distinta. El inconformismo pasa por el "no estar conforme" con algo, pero no el inconformismo material, no. Sino el inconformismo espiritual por así decirlo... ése que hace que quieras saber más, entender más, descubrir más. Que si no lo controlas, terminas dejando todo atrás y nunca vas a encontrar tu lugar. Y en cuanto al factor sorpresa... siempre me quise adelantar a la sorpresa. Por ilusionarme, por anhelar que suceda algo con muchas ganas y, cuando sucede, el factor sorpresa no existe, porque ya la "gasté" antes que suceda... y, sin un mísero disfrute, llega la decepción.

En cuanto a mí, esos dos factores los estoy laburando, en esta etapa de "crisis" que sugiere esta instancia de mi carrera... pero entendiendo que esa crisis, sólo es una etapa más de la construcción de una etapa.

2 comentarios:

  1. Brunito me encanta leerte, te mando un abrazo y te deseo lo mejor con este proyecto catártico.

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    1. chá gracias pablito!!! está bueno el ejercicio eh! lo recomiendo! jaja ABRAZO!

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